martes, 24 de octubre de 2017

Ideas Naturales para Jugar con el Otoño

Aunque la llegada del otoño nos trae la bajada de temperaturas, viento, lluvia y menos horas de sol, también puede ser una estación maravillosa para descubrir y disfrutar con los niños.
Una gran idea es salir a la recolectar objetos naturales para explorar o como recursos para nutrir el juego libre.

Piñas 

Existen piñas de muchos tipos: grandes, pequeñas, sin abrir, con piñones, sin piñones... Son un recurso ideal para jugar libremente con ellas, para la panera de los tesoros (mejor las que son cerradas para evitar que se desprendan trozos), como decoración para la mesa de las estaciones o para crear minimundos.


También pueden ser un complemento ideal para el espacio de las cocinitas. Colocados en una huevera pueden ser una propuesta muy sugerente para invitarles a cocinar.

Por supuesto si consigues piñas con piñones, aprovecha para enseñarle a los peques de donde vienen esos frutos tan deliciosos (y caros). Pueden ser un ingrediente ideal para preparar los típicos 'panellets' catalanes.

Castañas

Las castañas están deliciosas para comérselas crudas o al fuego, pero también pueden ser un recurso perfecto para jugar. ¿Qué os parece jugar a las cocinitas con ellas?

Por supuesto son un recurso que no puede faltar en ninguna mesa de las estaciones o incluso como 'loose parts' para crear y/o construir minimundos.
Si tienes la suerte de vivir cerca de algún lugar en el que las puedas coger tú misma, no dudes en organizar una excursión a la montaña. En nuestra escuelita vamos cada año al Montseny para disfrutar de un día en la naturaleza y coger muchas castañas.

Eso sí, no os olvidéis de guardar algunas para celebrar la Castañada, un fiesta tradicional y muy familiar que invita a conectar con el otoño y sus frutos.

Hojas

Dicen que el otoño es como una segunda primavera en la que cada hoja es como una flor, única y repleta de colores. Existen de mil formas y ninguna es igual a otra. En nuestra escuelita nos encanta el cuento de 'El Homenet de la Tardor' (El Hombrecillo del Otoño) porque es una invitación directa a descubrir todas esas hojas que este personaje mágico va pintando de colores
Podéis encontrar este cuento en el libro 'Primeres Narracions', un bonito libro que aúne diferentes cuentos Waldorf divididos por estaciones (también está en versión castellano 'Primeras Narraciones'). Puedes encontrar la versión en catalán aquí y la versión en castellano aquí.

Las hojas pueden dar mucho, mucho juego. Visitar el jardín lleno de las hojas que han caído y jugar libremente con ellas es la mejor opción. A los niños les encanta saltar sobre ellas o tirarlas al aire como si fuera lluvia.

Si tienes la suerte de tener un patio con árboles de hoja caduca, a los niños les encantará colaborar con la limpieza barriéndolas. Eso sí, recuerda ofrecerles herramientas adecuadas a su tamaño. Podéis encontrar rastrillos para los más pequeños aquí y también escobas para el patio aquí.
Para observar la belleza de cada hoja, la mesa de luz y una lupa son una propuesta muy interesante y sencilla que seguro despierta su interés por explorarlas con más detalle.

Calabazas

Las calabazas son un emblema del otoño. Están deliciosas para tomarlas en cremas y purés, pero la versión de calabazas decorativas también son un recurso idóneo para acompañar horas de juego por su tamaño más reducido. No siempre son fáciles de encontrar, así que puedes comprar semillas y cosecharlas tú misma (no requieren un cultivo muy complicado, simplemente espacio y regarlas con abundancia).
Son un material perfecto para decorar la mesa de las estaciones, como elemento de exploración en la panera de los tesoros o para jugar libremente. A los niños les encanta simplemente meterlas de un cesto al otro.
Si tienes espacio os recomendamos que las coseches directamente. Es genial poder ver como crecen y poder recoger la cosecha con ellos. Además plantar frutas o verduras ayuda a cultivar la paciencia de los niños porque hay que esperar mucho tiempo hasta poder disfrutar del fruto.
En el caso de las calabazas, las semillas se plantan en mayo y se recogen con la llegada del tiempo otoñal. Puedes comprar las semillas o si consigues alguna calabaza; ábrela, retira las pepitas y sécalas para plantarlas más adelante.

Botas de agua

Aunque no son propiamente un recurso natural, hemos querido añadir a esta selección las botas de agua.
Si piensas que es un calzado que los niños solo utilizan cuando llueve, estás muy equivocada. Pónselas en su espacio de juego y verás... A los niños les encanta ponerse y quitarse zapatos (y si son grandes más), y las botas de agua también.

Y no os penséis que es una tarea fácil. Ponérselas bien y sin caerse requiere de mucha paciencia y práctica.

¿Te animas a introducir estos elementos su espacio de juego?


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