lunes, 6 de febrero de 2017

CRÓNICA FAMILIAR DE ARTE

Enero es uno de los meses más fríos del año, los días son más cortos y la oscuridad cae muy pronto cada tarde, por eso pensamos que poner un poco de color podía aportar un poco de alegría a la estación más fría del año. Para ello decidimos crear un espacio de arte inspirado en el taller de pintura que Arno Stern creó hace muchos años, situando una mesa estrecha en el centro de la sala en la qual solo se depositaban los pinceles, el agua y la pintura. Así pues, los dibujos no se pintarían en la mesa, sinó que los lienzos se dispondrían en las paredes de la sala.
El Closlieu, el taller de pintura creado por Arno Stern (París)
Como nuestra propuesta estaba diseñada para niños pequeños pensamos que sería mejor reducir considerablemente el número de colores disponibles, ya que sobre el lienzo ellos mismos podrían crear otros.
Proposta de taller d'art familiar (Els Solets de Ripollet)


Nuestra idea era recrear un poco la estética de dicho taller, aunque alterando la dinámica, ya que originariamente en los talleres de pintura de Arno Stern cada persona crea su propia obra y en nuestro caso preferimos que los niños pudieran crear una obra de arte en colaboración con sus hermanos, padres o abuelos para crear una obra familiar que se pudieran llevar a casa y exponerla en casa.




¿Qué caracteriza el taller de arte de Arno Stern?

  • La mesa central presenta 18 colores y 54 pinceles. Este es el punto de encuentro social.
  • Se pinta de pie sobre hojas blancas de gran formato fijadas a la pared.
  • Es un taller para niños y adultos, donde cada persona sigue su propio ritmo para plasmar lo que siente, sin juicios, sin intención de crear una obra de arte, con la única intención de expresarse libremente
  • Las pinturas no son creadas con intención de ser expuestas o comentadas ya que presentan el propio espacio personal. El taller está libre de influencias externas, modelos o comparaciones, cada uno pinta lo que quiere y acaba cuando cree que ha terminado. 

Una de las cosas que más nos gusta de estos talleres es que no quedan relegados únicamente a niños, ya que Arno Stern cree que el juego de pintar pertenece a todos los seres humanos, independientemente de su edad y de las capacidades artísticas que cada uno presente.



¿Qué se consigue exponiendo a los niños al juego de pintar sin ninguna otra pretensión más que jugar y expresarse libremente?


  • Se mejor la capacidad de iniciativa
  • Se fomenta la creatividad y la imaginación
  • Se trabaja la estabilidad, la concentración y la paciencia
  • Se desarrolla y se afianza la personalidad
  • Se favorece la confianza y la seguridad en uno mismo

¿Motivos suficientes para crear un pequeño espacio de arte tanto en la escuela como en casa, verdad? Pero no solo pensado para niños, también para adultos. ¿Os animáis?


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